Oratoria desde el punto de vista arte y la elocuencia como fuerza expresiva, van juntas, ya que no se posee el arte si no se tiene la fuerza vital de esta. Referente al deleite y a la persuasión ambos son consecuencias de las primeras, y es en estas donde estriba el éxito de los oradores. La causa es la facultad del orador y el efecto es la atención, entendimiento, comprensión, convencimiento y los ánimos conseguidos en los oyentes por parte del orador.
La oratoria se encuentra reflejada en el discurso, y el discurso en su conjunto ofrece una trilogía, la cual en el presente periodo, han sido tomados con más énfasis, ya que con ellos se pueden alcanzar los objetivos trazados y los efectos deseados.
La Oratoria está presente desde hace muchas épocas, pudiéramos decir que desde la edad contemporánea esta tiene grandes arraigues para el éxito.
Por otro lado La retórica, o técnica griega de la oratoria, fue introducida en Roma durante los siglos II y I a.C. Los grandes autores romanos de todos los géneros pasaron por las escuelas de retóricos griegos y muchos de ellos ejercieron la oratoria, en la abogacía o en la política. La reelaboración literaria de los discursos que muchos oradores llevaron a cabo fue lo que instituyó la oratoria como género literario.
Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.) Ha sido considerado, a través de los siglos, como el orador más importante en lengua latina.
En relación con las Artes plásticas, también denominadas Bellas Artes, se entiende una clase especial de Arte. Entre las Artes escénicas, las Artes musicales, las Artes literarias y las Artes audiovisuales.
Esta diferencia de todas aquellas en su forma de expresión, ya que utilizan materias flexibles o sólidas, moldeadas a voluntad por el artista. Dentro de ellas existe la Arquitectura, Pintura y Escultura, como el Grabado (se habla entonces de Artes gráficas), y algunas Artes decorativas y Artes industriales, como la Cerámica, la Fotografía, la Alta costura o la Joyería.
Teniendo en cuenta el concepto de Artes Plásticas debemos nombrar a
Rafael Monasterios que fue uno de los primeros precursores del arte plásticas en nuestro país.
En 1891, Monasterios recibió las primeras lecciones de dibujo y pintura a cargo de Eliécer Ugel.
Entre 1908 y 1910 Rafael Monasterios estudió en la Academia de Bellas Artes de Caracas. En 1911 se inscribió en la Escuela de Artes y Oficios de Bellas Artes en Barcelona (España) donde compartió con Armando Reverón y Pedro Castrellón.
En 1917 viajó a Caracas y se dedicó a dar clases de dibujo y pintura. Dos años más tarde, viajó con Nicolás Ferdinandov a Margarita y, a su regreso a Caracas, realizó una exposición de sus obras en la Escuela de Música y Declamación, junto a Armando Reverón
La primera exposición individual de Rafael Monasterios se llevó a efecto en 1927, en el Club Venezuela de Caracas y en 1928 la empresa petrolera "Caribbean" le encomienda un grupo de maquetas de grandes vistas de Mene Grande, San Lorenzo y otras localidades, para decorar el Pabellón de Venezuela en la Gran Feria Internacional de Sevilla.
Entre 1930 y 1936 Monasterios ejerció como profesor de las Cátedras de Pintura y Paisaje en la Academia de Bellas Artes de Caracas. En 1937 fundó la Escuela de Artes Plásticas de Barquisimeto y un año después, fue designado Director de la misma.
En 1941, Monasterios viajó a Maracaibo para dirigir la Escuela de Artes Plásticas del Zulia y en ese mismo año obtuvo el Premio Nacional de Pintura en el II Salón Oficial Anual de Arte Venezolano, celebrado en el Museo de Bellas Artes de Caracas.
En 1957 se celebró el XVIII Salón Oficial Anual de Arte Venezolano y Rafael Monasterios se hace acreedor del premio para pintura Federico Brandt por su cuadro Barrio de Duaca. Dos años más tarde Monasterios gana el Premio Armando Reverón, Salón Oficial.